Lidia Zommer, socia directora de Mirada 360º Marketing para Abogados, conversa en un nuevo webinar con Pedro del Rosal, responsable de contenidos jurídicos para El País y Cinco Días. Hablarán sobre la relación entre abogados y periodistas, así como de los contenidos de un abogado que pueden ser de interés para un periodista o un medio jurídico.

El abogado y el periodista jurídico se necesitan: el primero puede aparecer en prensa como experto en una materia, mientras que el segundo recibe del abogado contenidos o conocimientos especializados para sus temas. Ambos son conscientes, pero hay algunos vicios que la obstaculizan. Están condenados a entenderse, pero en ocasiones el desconocimiento de los rigores de cada una de sus profesiones les termina alejando.

“En nuestro caso, esa relación está bien engrasada. Manejarse entre la prensa es difícil, pero nosotros hemos trabajado esa relación de confianza y la respuesta es buena”, asegura Pedro del Rosal, responsable de contenidos jurídicos para El País y Cinco Días, quien asistió como invitado al último webinar organizado por la consultora jurídica Mirada360 y dirigido por su socia directora Lidia Zommer.

Para que la relación fluya, el abogado debe seguir una serie de buenas prácticas y, sobre todo, no caer en los errores.

Se pueden resumir en cinco, los de mayor gravedad, pero Pedro del Rosal los enumera de carrerilla, como si fueran fantasmas a los que día a día debe enfrentarse: que el abogado quiera controlar en exceso lo que se publica, que no entienda los tiempos del periodismo, que enfríe la relación con el periodista, que utilice un lenguaje demasiado rebuscado y, por último, que el abogado, por tener mayor conocimiento jurídico, considere al periodista en un plano inferior.

La interferencia del abogado en las publicaciones es, según Del Rosal, uno de los errores más importantes en la relación entre abogados y los medios de comunicación. “Muchos abogados piensan que porque les mencionemos son dueños del artículo. Si tú le haces eso a un periodista, sentimos que se nos falta el respeto. Si quieres controlar el proceso de comunicación estas cayendo en el marketing”.

Asimismo, Pedro insiste en que cuando un abogado aparece en prensa no significa que sea el mayor experto en esa materia. “Salir en prensa no es un reconocimiento al mejor. Nosotros no repartimos premios. Buscamos a quien pueda ayudar y, muchas veces, a quien te facilita el trabajo. Si tarda tres días en contestar, es más difícil contar con él”, asegura Pedro.

Pero, ¿qué contenidos de un abogado le pueden interesar a un periodista o a un medio jurídico? Lo importante, tal y como explica Pedro, es que el abogado sepa “lo que puede comunicar, en base a lo que sea bueno” y, a partir de ahí, ver “qué medios son los más oportunos para que esos mensajes les puedan interesar”. Lo que sí tiene claro es que “debe tener un alto componente legal”, con independencia de la temática, que puede ir, en el caso de las publicaciones que Pedro gestiona, desde “laboral, fiscal, familia…”.

En cualquier caso, y sea el contenido que sea, el abogado debe tender hacia la sencillez y la comprensión del lenguaje. La cuestión no es lucirse, sino comunicar. “El que está seguro de su conocimiento, puede explicarlo muy sencillo y tendrá éxito al difundir sus ideas”.

No obstante, como parte de la comunicación del siglo XXI, la difusión de mensajes por parte de un abogado ya no se reduce al campo de la prensa. Abogados, jueces, fiscales y diferentes profesionales jurídicos campan por Twitter analizando sentencias, opinando sobre casos mediáticos, comentando jurisprudencia… “La mayoría de juristas que sigo escribe hilos de mucha altura. A veces nos iluminan o nos ayudan en cosas que no sabías por dónde empezar a buscar”, explica Pedro. Se trata de la marca personal de cada abogado, tan importante en un contexto profesional en que la confianza y la notoriedad son pilares básicos.

De ahí que todos los abogados y todas las firmas tengan la posibilidad de aparecer en prensa, sin distinción por prestigio o por tamaño del despacho. Lo importante es el contenido que el despacho genera y el valor que ofrece. “Si buscamos a un abogado o a una firma en redes sociales y el contenido es bueno, no le pedimos ni el DNI ni el currículum”, concluye Pedro.

Alejandro Centellas
Periodista jurídico en Mirada 360

Puedes ver el webinar completo haciendo clic en este enlace

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