Los blogueros jurídicos más relevantes se dan cita en la categoría ‘aBLOGacía que mola’, un espacio libre y dinámico dentro de nuestro blog donde se les brinda la oportunidad de contar por qué y para quién bloguean, así como de reflexionar sobre aquello de lo que no se habla y se debería.
Con todos vosotros, de nuestra serie ‘aBLOGacía que mola’, Óscar Fernández León
Si hay algo que define a Óscar Fernández León es su pasión por compartir. Lo hace periódicamente en el blog que lleva su propio nombre, un espacio que utiliza para difundir sus conocimientos pero también para abordar aquellos problemas que preocupan a la profesión.
¿Por qué decidiste comenzar a escribir?
Llegado un punto en el que alcancé determinado conocimiento y experiencia en el ejercicio de la abogacía, decidí comenzar a escribir por el deseo de compartir y así poner mi granito de arena en el desarrollo y mejora de la profesión. Creo que puedes vivir más feliz si difundes, porque las cosas compartidas son doblemente placenteras.
¿Sobre qué temas lo haces?
Sobre la profesión, pero como tal, es decir, no sobre materias de derecho sustantivo, sino sobre todos los aspectos relacionados con el ejercicio y la práctica profesional: litigación, comunicación, captación y fidelización de clientes, gestión del despacho, oratoria, interrogatorios, deontología… En definitiva, sobre las habilidades profesionales del abogado.
¿Dónde encuentras la inspiración?
La inspiración me surge leyendo a otros juristas que escriben sobre la profesión. Es sorprendente la cantidad de tratados que, de toda la vida, existen sobre las materias antes referidas en el mundo de la abogacía. Igualmente, las propias experiencias, es decir, cómo vivo la profesión, me motivan a compartir con los compañeros.
¿Por qué los abogados deben escribir?
Es algo consustancial a esta profesión. Los abogados tienen buena pluma, y no es extraño que tarde o temprano se decidan a publicar algún trabajo. Creo que es algo que está asociado a la necesidad de leer, de estudiar, de argumentar… Además, es tan variado el campo de trabajo en el que actuamos, que no es extraño que se sienta la tentación de aportar algo durante la vida profesional.
¿De qué temas es necesario hablar sin tapujos y no se hace?
Creo que hay que hay que hablar sin tapujos del lamentable secular estado de la Administración de Justicia, esa ‘Cenicienta olvidada’ por los responsables de cuidarla y mejorarla, y a la que, desgraciadamente, vemos palidecer día a día.
¿Qué no sabe la ciudadanía del día a día de un abogado?
Pienso que lo que no conoce el ciudadano es el notable esfuerzo que realizan los abogados para llevar sus casos. El estudio, el tiempo y la dedicación, tanto intelectual como emocional, que desplegamos día a día, de forma silenciosa, nunca ha sido conocida ni valorada suficientemente por los ciudadanos. Si los ciudadanos fueran conscientes de dicha involucración, se valoraría más la profesión. Decía Henri Robert que «la abogacía es, a la vez, la mejor y la peor de las cosas. La mejor, porque no existe profesión más bella ni más apasionante; la peor, porque no hay existencia más fatigosa, ni que acapare en mayor grado el cerebro y el tiempo del que a ella se consagra el abogado”. Y tenía razón.
¿Crees que se puede vivir de un blog?
Lo desconozco pero, como abogado, lo dudo. Rentabilizar económicamente un blog requeriría una dedicación de recursos económicos y de tiempo (sobre todo tiempo) impensable para quien ejerce como abogado.
¿Cuáles son las claves para lograr un contenido de calidad?
Primero, conocimiento y dominio de la materia sobre la que publicas; segundo, dedicación del tiempo necesario para la preparación de dicho contenido sin agobios; y tercero, hacerlo motivado por algo que te sale de dentro pero es difícil de explicar, y que se resume en una palabra: entusiasmo.
Óscar Fernández León
