Cómo puede un despacho de abogados pequeño atraer al talento

Extracto del webinar con Juan San Andrés

¿Cómo puede una firma pequeña competir con la jaula de oro de los grandes despachos para atraer a los jóvenes abogados, a los más talentosos? ¿qué se les puede ofrecer?

Aquí se pueden traer muy buenas noticias, porque hay mucha gente que ha trabajado en las grandes firmas, que si bien te dicen que han tenido la oportunidad de trabajar con buenos socios, en grandes asuntos y con grandes empresas, muchos se han marchado descontentos, porque su vida durante el tiempo que han estado en esa gran firma ha sido muy dura, fría, de un trato poco humano. Aparte de muchas otras razones, yo creo que un pequeño despacho tiene buenas condiciones en principios si sabe jugar bien sus bazas. ¿Cuáles son las bazas que puede jugar una firma pequeña o mediana?, primero hay que decir que pequeña o mediana sólo se refiere al tamaño de la facturación, pero nunca a la calidad ni a la reputación. Una firma pequeña, que esté bien orientada, que tenga una ambición de crecimiento sana de ganarse una reputación y un prestigio en el mercado puede dar eso mismo a los abogados a los que contrate, de manera que puede ofrecerles una progresividad que una firma muy grande y ya consolidada no puede de ninguna manera.

Pero es que puede ofrecerles mucho más, puede ofrecerle que un joven abogado que entre en una firma de éstas, sobre todo, insisto, si se preocupa en mantener unos estándares de calidad y de prestigio importantes, de hacer las cosas muy muy bien, puede ofrecer a los jóvenes abogados la oportunidad de tener contactos con el cliente, cosa que en las grandes firmas no se tiene hasta pasados 2 o 3 años normalmente, desde el principio se puede tener ese contacto.

Trabajar directamente con el socio, que es absolutamente enriquecedor, éste es uno de los factores de enganche y de mantenimiento, no de retención, que es importante la diferencia, que hace que un abogado esté satisfecho con su puesto de trabajo, porque eso le proporciona un aprendizaje directo, no sólo aprendizaje técnico jurídico, sino aprendizaje de las habilidades que tiene que poner en juego a la hora de sentarse con los clientes, porque acompaña al socio a los clientes, y puede absorber ese aprendizaje directo.

Puede tratar asuntos no tan ultra especializados como suele ocurrir en las grandes firmas, sino que en realidad puede estar llevando asuntos que son mixtos y eso te da una visión más amplia, más 360° de cuál es la realidad jurídica del problema.

Entonces, tiene muchas ventajas, si una firma pequeña o mediana sabe jugar con esto, y además tiene en cuenta otros factores de los que supongo hablaremos ahora en el transcurso de la conversación, de ninguna manera está desvalida esa firma. Está desvalida si es una firma que no tiene visión, que no tiene preocupación por ofrecerle un estándar de calidad alto a sus clientes, entonces, ¿Con qué argumentos te presentas en una facultad de derecho, en la Carlos III a decir “yo ofrezco una carrera profesional que puede competir con la de las grandes firmas”?, no puedes ofrecerle nada, pero si tú en tu corazón te crees eso y de verdad estás trabajando para tener una firma sólida y de calidad, claro que puedes ofrecer todos estos argumentos de venta que son importantísimos para la carrera de cualquier joven abogado.

LZ: De hecho conozco a despachos pequeños que se dedican únicamente a grandes asuntos, asuntos complejos en los que puedes comprobar fácilmente la probabilidad de tener un trato directo con el socio analizando el leverage o apalancamiento, que es la cantidad de asociados por socio. Cuando el apalancamiento es muy grande, hay muchísimos abogados jóvenes para tratar con un socio, con lo cual es muy difícil que tengan ese contacto directo y al final la abogacía es más un oficio que una profesión, se aprende con la experiencia, viendo cómo gente de más experiencia, que ha pasado más veces por ese asunto ha resuelto las cosas.

Esa es la verdadera escuela, ahí de donde aprende uno realmente. Ese factor es crítico, así como también lo es la calidad de los socios, evidentemente, porque el joven va a aprender de ellos, esto es muy importante.

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Lidia Zommer

Socia directora de Mirada 360.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Buenos Aires y con un Máster en Comunicación Corporativa por la Universidad Complutense de Madrid, se dedica exclusivamente al marketing y comunicación de despachos de abogados desde Mirada 360, donde combina su experiencia como abogada con más de 15 años asesorando a firmas en sus planes de desarrollo de negocio, marketing estratégico, comunicación y marketing digital.