El 16 de junio asistí junto a Eva Bruch a una conferencia sobre marketing digital para abogados en Londres. «From Click to Client» se llamó y fue organizada por Legal Futures, con una asistencia de más de 250 personas del sector legal inglés, abogados y marketeros de abogados.
Hubo una ponencia que me impactó porque en lugar del típico speach de pavo real al que estamos tan acostumbrados, era una mujer contando simplemente una historia de éxito, sin aspavientos ni alardes. Tessa Shepperson comenzó en la profesión como litigante generalista, que poco a poco desarrolló una especialización hasta que finalmente cambió el modo de asesorar a los clientes: del uno a uno al uno a miles.
Un éxito, el suyo, con una clave: vio la oportunidad que representa Internet para ampliar el alcance de su negocio y tuvo claro desde el comienzo que compartir conocimiento es un negocio win-win.
Le he pedido permiso a Tessa para traducir su ponencia al español y compartirla con los abogados hispanoparlantes y me lo ha dado.
Es que encima, es maja.
Aquí va, para todos vosotros, la traducción de los cinco minutos de:

Tessa Shepperson en «From Click to Client»
Buenos días, señoras y señores:
Hoy estoy aquí para contar lo que cambió mi vida y me ha dado la libertad: el desarrollo de mi negocio en Internet.
Descubrí Internet en 1994, cuando comencé a trabajar como abogada independiente y me compré un ordenador. A través de la lectura de las instrucciones del equipo, descubrí que había una cosa llamada Internet donde los ordenadores hablaban entre sí a través de líneas telefónicas.
En ese momento, a mediados de la década de 1990, nadie sabía nada de Internet y fue toda una revelación para mí.
Quedé fascinada y leí todo lo que pude. Soy una licenciada en Derecho, no una matemática o un programador, así que había un límite a lo que podía hacer, pero aprendí todo lo que pude.
Creo que el desarrollo de Internet anuncia un cambio radical en la sociedad. De manera similar a la presentada por el desarrollo de la imprenta en el siglo 15.
Por supuesto, hay cosas buenas y cosas malas acerca de Internet – por ejemplo, que nos ha traído el spam y el fraude online. Pero también ha traído enormes oportunidades a las personas dispuestas a darle una chance. Y la libertad a gente como yo.
De todos modos, te guste o no, Internet está aquí para quedarse y las empresas deben asumirlo.
Ésta es mi historia:
De vuelta en la década de 1990 me encontraba ejerciendo como abogado litigante, con foco en el inmobiliario. Cerca de 1999 tomé la decisión de dejar de hacer el trabajo generalista y enfocar mi trabajo en los arrendamientos residenciales. Sin embargo, puesto que no había suficiente demanda local de esta especialización de nicho era necesario ampliar el ámbito geográfico de influencia.
La manera obvia de hacerlo era a través de Internet, así que compré el nombre de dominio landlordlaw y creé un sitio web para promocionar mis servicios para los propietarios.
Sin embargo a través de una encuesta en el sitio me di cuenta de que mucha gente estaba completamente desorientada acerca de sus derechos y obligaciones como propietarios o inquilinos.
¿Por qué no, pensé, desarrollar un sitio web donde pueden encontrar estas cosas pagando por el acceso? Esto me daría un ingreso que me permita desarrollar el servicio. Puse una pregunta en un formulario preguntando a la gente si ellos estarían dispuestos a pagar por contenido, y en su mayoría dijeron que sí.
Y así, en noviembre de 2001 Landlord Law nació.
Landlord Law
Comenzó simplemente siendo un sitio de información que se fue desarrollando con el tiempo, en gran parte mediante la escucha de lo que los visitantes querían. La gente preguntaba por contratos de arrendamiento, notificaciones y otros documentos y yo se los proporcionaba.
Tenía una encuesta semanal a través de la que recibía las preocupaciones y dudas de la gente, y de acuerdo a ello, desarrollaba el contenido.
Luego, alrededor de 2.003 decidí dejar de hacer el trabajo de ejecuciones de deudas de alquiler, ya que no era un uso rentable de mi tiempo. Decidí que tenía que poner algo en su lugar los clientes, y esto llevó al desarrollo de la primera guía de DIY.
Esto llevó luego, con el tiempo a las guías de DIY («Do it yourself» o «Hazlo tú mismo») y en particular, los kits de DIY para procedimientos de derecho inmobiliario. Ahora el kit sobre desalojo es una de las principales razones por la que las personas se unen a Landlord Law.
Aún cuando en los inicios los ingresos fueron bastante modestos y sólo complementaban mi facturación como abogada, siempre supe que funcionaría.
Sin embargo creció y se desarrolló hasta que en el año pasado pasó a conformar la mayor parte de mis ingresos y mi trabajo como abogada se reducía a unos expedientes de desalojo. Así que decidí cerrar el despacho y concentrarme en mi web a tiempo completo.
Una de las cosas maravillosas acerca de una empresa como Landlord Law, es que es esencialmente un servicio masivo, es decir que una vez que has creado (que ciertamente toma algún tiempo), que lo has hecho, a partir de ahí tienes un activo que genera dinero, a menudo mientras duermes.
Los suscriptores son propietarios, intermediarios, inquilinos, asesores inmobiliarios y también abogados – hay un número sorprendente de abogados miembros. Supongo que porque es una manera fácil de obtener respuestas rápidas cuando los clientes lo requieren.
Hay un límite a la cantidad de dinero que puedes ganar con un modelo de servicio de uno a uno ya que sólo hay 24 horas en el día. Pero no hay límite en el número de personas que yo puedo ayudar a través de mi web una vez que el contenido ha sido creado – y ya no ocupa mi tiempo como el modelo de abogacía tradicional haría.
Así que me deja bastante libertad para experimentar y hacer otras cosas.
Otras cosas
En los más de 15 años en los que he estado trabajando con Internet he probado muchos de los servicios que se ofrecen. Algunos han funcionado y otros no.
Como todos lo saben hoy en día, no es razonable poner un sitio web con la esperanza de que la gente venga a él sin más. Así que yo también he pasado una cantidad considerable de mi tiempo a estudiando marketing online, en particular el marketing de contenidos.
Una gran parte del éxito de mi negocio es mi blog, en el que escribo todos los días, y que atrae a miles de clientes potenciales a mi órbita.
Empecé el blog en 2006 realmente sólo por diversión y porque me gusta escribir.
Luego, en 2009 aprendí sobre el poder de las redes sociales y lo que podrían hacer por mi negocio y desde entonces he trabajado en el blog para que sea un faro para mi servicio.
Me ha tomado mucho tiempo y mucha tinta, pero ahora el blog recibe más de 3,000 visitantes por día, y está creciendo rápidamente. Hace un par de meses esa cifra era de 2.000. Es una parte enorme de mi negocio a pesar de que no me aporta ningún dinero directamente.
Así que aquí estoy
Así que aquí estoy, en 2014 yo no soy una millonaria, pero lo estoy haciendo muy bien, y tengo dos activos muy valiosos: la web y el blog. También tengo la libertad para desarrollar cosas nuevas, por ejemplo, ahora dirijo una empresa de formación para abogados, así como el desarrollo de nuevos kits y libros electrónicos, y me gusta mucho lo que hago.
Como tengo mucha experiencia en la gestión de un negocio online, también tengo la opción de desarrollar un negocio de consultoría para ayudar a otros a hacer lo mismo.
Las posibilidades de Internet son ilimitadas. Todavía estamos en las primeras etapas. Lo que hagamos ahora dará forma a la manera en que Internet se utiliza en los años venideros. Creo que Internet puede ayudar a todas las empresas, en todos los sectores – incluyendo el de la abogacía.
Así que no veas a Internet como una amenaza, piensa en ella como una oportunidad. Lo que debes llevarte de esta conferencia de hoy es cómo tu despacho puede beneficiarse de las enormes oportunidades que Internet nos da para la innovación y el crecimiento. Esto cambió mi vida – y tú también puedes.
Te deseo todo lo mejor en tu viaje.
Gracias.

Socia directora de Mirada 360.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Buenos Aires y con un Máster en Comunicación Corporativa por la Universidad Complutense de Madrid, se dedica exclusivamente al marketing y comunicación de despachos de abogados desde Mirada 360, donde combina su experiencia como abogada con más de 15 años asesorando a firmas en sus planes de desarrollo de negocio, marketing estratégico, comunicación y marketing digital.