Ayer, en la asamblea de Inkietos, Emilio Cuatrecasas nos dijo muchas cosas interesantes sobre la «Abogacía del Futuro». Entre ellas, que estamos en la edad de piedra comparado con el desarrollo tecnológico de la mayoría del resto de los sectores y que uno de los desafíos más relevantes de los despachos es la guerra por el talento. Talento para dar excelencia a los clientes, para incrementar y mantener el prestigio, pero no simplemente talento: talento cohesionado para que el alma de una firma se desarrolle y florezca.
¿Qué hacemos hoy en nuestro sector para ganar la batalla permanente por los mejores abogados?
Hace unos días, Mercedes Hernández Gayo, periodista de Actualidad Jurídica Aranzadi, me pidió una opinión para su reportaje sobre los cambios en los procesos de selección en nuestro sector que ha publicado esta semana. Anoche, la mención de este desafío en la reunión de nuestro grupo me recordó esta reflexión, de modo que aquí está para compartirla (y si os animáis también discutirla) con vosotros.
Las nuevas tecnologías están aportando grandes mejoras a las áreas de captación del talento en los despachos de abogados. En mayor o menor medida, y quizás con más velocidad las organizaciones medianas y pequeñas, las están incorporando. Nuestro sector ya está usando la aplicaciones de Internet como plataformas para el reclutamiento y realización de pruebas, reduciendo así los costes de contratación, disminuyendo la carga administrativa (y con ello los tiempos de los procesos) y mejorando la imagen corporativa.
Los métodos online más utilizados son los formularios de aplicación, las pruebas psicométricas y la realización de entrevistas personales a través de Skype u otros servicios similares.
Pero cuando hablamos de captación del talento, estamos aludiendo a dos líneas de trabajo, no sólo la de seleccionar sino también a la de atraerlo: Los despachos de abogados no sólo competimos por los clientes, sino también por los mejores profesionales y es aquí donde creo que ya ha operado el cambio de más impacto para nuestro sector.
Las redes sociales han revolucionado el modo en el que el mundo se comunica, colabora y comparte conocimiento. Hoy en día, no sólo la reputación como firma sino también la personalidad online de las personas y de las organizaciones juega un papel innegable en la atracción que una firma pueda ejercer ante la comunidad a la que se dirige. Así como un despacho despliega su modo de vincularse y de conversar en las redes, dice mucho más de los intereses y las habilidades de un candidato sus tuits que su CV. Los candidatos expresan su cultura, valores, intereses, conocimientos y capacidad de influencia a través de la participación en las plataformas online. Encontrar talento para determinadas especialidades sectoriales o de práctica, de experiencia de alto nivel o con un perfil específico no es tarea fácil y las redes aportan transparencia para esta búsqueda. Tener una mejor comprensión de dónde se congregan los profesionales que estás buscando te ayudará a diseñar las tácticas y estrategias de atracción, y dará lugar a un proceso más eficiente.
Por otro lado, frecuentemente los abogados más valiosos no están en búsqueda activa de empleo. Están trabajando en firmas en las que se sienten reconocidos y no están preocupados por perder su trabajo, con lo cual no aplican a procesos abiertos. Sin embargo, sí podrían estar interesados en escuchar una oferta atractiva surgida del networking previo conseguido off u online.
Del mismo modo, las firmas se perfilan diferentes con la interacción cotidiana en este escenario 360º en el que no sólo cuenta la versión oficial pulida y remanida (así como idéntica en todos los despachos) de lo que son y ofrecen del apartado de las webs corporativas, sino lo que emana de las conversaciones, debates y aportaciones que día a día hacen quienes ya forman parte de ella. Los profesionales necesitan conocer al despacho, su cultura, cómo se integrarán en la organización. Nunca antes, los candidatos tenían acceso a tanta información de calidad sobre los bufetes y sus miembros. Cuando los despachos, a través de sus abogados o como firma, participan de la conversación en las redes sociales están comunicando su propuesta de valor como empleador.
Su utilización en nuestro sector ya no tiene barreras tecnológicas y muy bajas de coste, pero las trabas culturales continúan siendo muy fuertes. ¿Por qué crees que nuestro sector está entrando tan lentamente en la era digital?

Socia directora de Mirada 360.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Buenos Aires y con un Máster en Comunicación Corporativa por la Universidad Complutense de Madrid, se dedica exclusivamente al marketing y comunicación de despachos de abogados desde Mirada 360, donde combina su experiencia como abogada con más de 15 años asesorando a firmas en sus planes de desarrollo de negocio, marketing estratégico, comunicación y marketing digital.