Así como los abogados están hartos de que sus amigos abusen de sus conocimientos para resolver la disputa con el arrendatario, el tramo del IRPF o les pidan que les redacten un burofax «sencillito», los diseñadores gráficos tenemos nuestra propia cruz.

El logotipo es el retrato de tu despacho de abogados.
Nuestro trabajo es opinable por todo el mundo. Cualquiera, sea o no del gremio, puede decir si le gusta, porque parece subjetivo. Así que cuando viene un amigo y te dice que si no te importa hacerle un logotipo para su empresa: “algo que no te lleve mucho tiempo, una tipografía chula con un icono que te bajes de internet, de un mazo o algo así”, se nos queda una cara de plato de alcachofas, “si es solo para hacerme unas tarjetas de visita para ir tirando…”, entonces ya suspiras hondo, y le intentas explicar que eso no le va a servir de nada, porque total va a dar un papelito con credibilidad “cero” y para eso, mejor no entregar nada.
Esto ocurre por un principal motivo, no porque no valoren tu trabajo (si no, no te lo pedirían, lo harían ellos mismos), sino porque el trabajo del diseñador gráfico está considerando como algo artístico, y por lo tanto subjetivo: cualquiera puede opinar.
Sin embargo, detrás de una marca bien construida hay una estrategia y, como las matemáticas o la informática, funciona o no funciona. Y ahí es cuando la opinión subjetiva deja de tener relevancia y la adquiere la eficacia.
Si hablamos de grandes despachos de abogados como Garrigues, Uría o Cuatrecasas a todo el mundo le viene la imagen a la mente. Son marcas bien construidas, que representan la empresa, sus servicios, sus valores, sencillas, legibles, recordables y que generan una impresión en el imaginario.
Después de todo este rollo, seguramente el abogado emprendedor dirá: «Pero es que yo no soy Garrigues…» ¡Error!, tú no eres Garrigues pero igualmente (o quizás más aún) necesitas que tu marca denote aquellos valores que te hacen brillar por encima de los demás.

El diseño de una buena papelería corporativa es el comienzo de la construcción de una marca sólida.
No es sencillo vender los servicios de un abogado. Se trata de intangibles: lo que se ofrece no se puede tocar, el cliente no puede comprobar la calidad antes de comprar y cada asesoramiento es diferente. Estas características extreman la utilidad de indicios de calidad y uno de los más impactantes es la identidad visual. La identidad visual comunica qué y cómo somos y, por lo tanto, son parte de nuestra promesa de calidad profesional.
El diseño de calidad de la identidad corporativa es un factor que contribuye al desarrollo de negocio y puede multiplicar la rentabilidad. Se trata de proyectar la imagen que deseamos, de acuerdo a la estrategia que pone en valor los atributos que tenemos y que son relevantes para nuestro público objetivo.
La próxima vez que le digas a tu sobrino, ése tan apañadito con la informática, que te haga un logo, piensa que te estás jugando tu credibilidad como abogado.
¿Cómo ha sido tu proceso de creación de identidad corporativa?
Estimados señores.
Llevo más de 30 años en el ejercicio del derecho corporativo en grandes instituciones y empresas, así como de forma particular. Lo que el cliente busca en primer lugar es un profesional confiable, segundo, con experiencia, tercero con capacidad (esto incluye agallas y conocimiento) y cuarto, que rinda lo que cuesta. En mi opinión eso es lo principal.
Saludos.
Muchas gracias por comentar Alonso. Tienes razón, en nuestro sector la confianza es esencial y para que confíen en ti como abogado debes demostrar que tienes capacidad, que generalmente proviene de la experiencia, habilidades (agallas incluidas) y conocimientos. Sin embargo, lo difícil es demostrarlo antes de que te contraten. ¿Cómo atraer clientes en la venta de intangibles? ¿Cómo demostrar que somos el abogado que el cliente debe elegir? Para ello, Pilar nos propone incluir entre los indicios de calidad al logotipo, un elemento muy relevante en esta batalla en el campo de las percepciones en un entorno sumamente competitivo. Un… Leer más »
Muchas gracias por esta buena entrada que pone en valor la labor del diseńador gráfico. Sí, creo que es muy importante cuidar estos aspectos porque el diseńo, el tipo de letra, la maquetación de los textos, hablan de nuestra empresa y de nosotros mismos. Hay logotipos, tipografías, palos de letra y gramajes de papel que pueden ser contrarios al mensaje que queremos transmitir. Mi impresión es que Son aspectos que habría que dejar siempre en manos de profesionales para evitar trasladar de inicio un perfil que no nos corresponde.
Especialmente importante es un sector que vende servicios intangibles.
¡Muchas gracias por tu visita y comentario, Ana!